martes, 9 de febrero de 2010

Chéri de Colette

Ya comenté que tras ver la maravillosa adaptación al cine de Chéri de la mano de Stephen Frears, había comenzado a devorar la novela de Colette. Pues bien, he decir que la novela es también una auténtica maravilla. La única pena es que no me decidiera a leerla antes de ver la película, ya que es inevitable no imaginarse a los personajes con los rostros de Michelle Pfeiffer y Rupert Friend, lo que acaba dejando poco a la imaginación. A pesar de ello, se trata de una novela muy bien escrita y a la vez amena y rápida de leer. Son unas 175 páginas que se devoran casi sin darnos cuenta. La historia de la cortesana entrada en años, que se enamora de un joven al que en un principio sólo debía acoger temporalmente, y con el que acaba conviviendo seis años, hasta que este se casa por conveniencia con una chica joven, es de una fuerza imparable. Además., hay que señalar que Frears ha hecho una labor magnífica al adaptar la novela al cine, pues ha recreado escenas enteras, e incluso ha respetado diálogos fielmente. Sin embargo, sí hay una gran diferencia, en la que quisiera hacer hincapié, pues ha sido la que ha hecho que el libro me parezca algo superior al film. Y es que en Chéri novela no hay concesiones en ningún momento. Léa, la cortesana, sufre ante nuestros ojos la crueldad de la sociedad al irse haciendo mayor, pero también sufre el desprecio de si joven amante. Ella se enamora sin quererlo de él, pero él nunca siente nada por ella más que una atracción física y quizá algo de cariño. Es una pena que Frears haya preferido endulzarnos el final de la historia, cuando es éste en la novela lo que da más fuerza a todo lo que nos han estado contando anteriormente. Pues sí, los finales son ligeramente diferentes, y me quedo sin duda con el que dibujó Colette. Una razón más para no perderse este magnífico libro.

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