lunes, 26 de octubre de 2009

Las aventuras de Tom Sawyer de Mark Twain


Poco se puede decir a estas alturas de Las aventuras de Tom Sawyer de Mark Twain, una novela que estos días he vuelto a leer y que me ha traído grandes recuerdos. Es curioso, porque aunque la lea una y otra vez, las aventuras de Tom, Huck y Becky no me cansan nunca. Eso me demuestra que estamos ante una gran novela que ha sabido soportar el paso del tiempo, y en la que, según con la edad con la que se lea se captan unos matices u otros. Hace poco hablaba de Aventuras de un niño malo de Thomas Bailey Aldrich, la novela que animó a Twain a escribir Tom Swayer. Si bien aquella era una gran novela, con Twain nos encontramos ante una obra maestra en la que los personajes nos atrapan de principio a fin, ni siquiera los presuntos secundarios están dejados al azar, sino perfectamente dibujados, y todos ellos tienen su momento de gloria: la quisquillosa pero bondadosa tía Polly, el hermanastro empollón y acusica Sid, el malvado indio Joe... Es esta una novela que nos recuerda cuando éramos niños, libres e imaginativos, pues Tom ve el mundo con unos ojos totalmente diferentes a como lo hacen los adultos, y esa mirada es la que nos hace reír y la que nos hace querer volver una y otra vez a ser piratas, bandidos o buscadores de tesoros con él. No he podido evitar poner el vídeo del inicio de los dibujos animados que echaron en TVE en los ochenta, ¿a quién no le traen un montón de recuerdos estas imágenes?

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